Artemisa 19 de octubre de
2014
Por. Gerardo Paez.
Celular: 52428723
Al
ser entrevistado por la Emisora Radio Martí poco antes de las festividades del
26 de Julio y en la que nuestra Provincia había sido seleccionada sede por el
Acto Central, en todo momento manifesté que Artemisa no contaba con los
requisitos para ser seleccionada, no ya para una actividad de esta naturaleza,
que lejos de celebrarse con bombos y platillos, como si los acontecimientos
ocurridos en aquella gesta hubiesen constituidos una victoria, cuando en
realidad enlutó a ciento de familias cubanas, estos en el mejor de los casos, debían
ser recordados con una actividad seria, en conmemoración a los caídos,
respetándose en todo momento el dolor de algunos familiares que todavía hoy
lamentan la ausencia de sus seres queridos.
Pero
esto solo lo manifesté por no concebir que al cabo de cincuenta años, el
gobierno cubano continúe jugando con los sentimientos de las personas. Por
supuesto que las razones que expuse y por las cuales no consideraba que
Artemisa era merecedora de dicho reconocimiento eran otras, y hoy al cabo de
tres meses el tiempo me ha dado la razón, por ejemplo:
No
se concibe que una ciudad erigida en capital de provincia solo disponga de tres
ambulancias trabajando para asistir a una población de 82 000 habitantes solo
en el Municipio cabecera, es decir una ambulancia por cada 27333.3 habitantes,
como se puede apreciar es una cifra extremadamente alarmante pero real. Es
cierto que existen 7 ambulancias de urgencia para toda la provincia de Artemisa
pero cinco no están prestando servicio a una población que hoy se acerca al
medio millón de habitantes en los once municipios, lo que sigue siendo una
cifra bastante baja para hacer frente a las diferentes situaciones que se
presenten.
Artemisa
cuenta con un Hospital Provincial, pero sus servicios no pasan de ser
superiores o pueden comparase a los de un consultorio de pésima calidad, donde
la casi totalidad de los galenos son estudiantes o recién graduados sin ninguna
experiencia, situación que ha generado una gran inseguridad dentro de la
población quien ya no confía en su deplorable sistema de salud, donde la mala administración
hace, por citar un ejemplo, que solo se haga entrega de un pomo de reactivo de
laboratorio para hacerle frente a una gran demanda de pacientes que requieren
realizarse determinados exámenes.
Quien
escribe hace apenas cinco días, tuvo que asistir junto a su esposa y dos hijos
a dicho hospital aquejados todos de un estado diarreico y con frecuentes
vómitos, lo que como padre de familia generó en mí una gran preocupación. Al
llegar al referido hospital, el cual lleva por nombre Comandante Ciro Redondo
García, fuimos atendidos por una doctora muy joven y que a simple vista
demostraba esa falta total de
experiencia y aún más de los conocimientos y la ética necesarios para tratar
con seres humanos, la misma me manifestó que no había reactivos y que debía
dirigirme al otro día a mi consultorio para que nos ordenaran un análisis de
eses fecales, que conste que al día siguiente era domingo y los consultorios no
disponen de médicos los domingos en la Cuba ´´Potencia Médica´´. Este tema no
termina aquí pero no pretendo hablar de mis problemas, solo quería dar un
pequeño testimonio de las cosas que pasan, esto es un ejemplo de miles que
ocurren en ese Hospital donde hace apenas 18 días aproximadamente dejaron morir dos criaturas en el vientre a dos
jóvenes por irresponsabilidad de los doctores que no las atendieron a tiempo,
encontrándose de parto.
Si
retomamos a otros sectores como por ejemplo la educación, nos encontramos
igualmente con la mala calidad de la enseñanza, la falta de dominio por parte
de algunos maestros de la materia a impartir así como una tendencia a lo
superficial, falta de exigencia y eso sí, un excesivo adoctrinamiento, que pone
por encima de los verdaderos méritos
académicos, requisitos ideológicos y políticos.
Otra situación que
demerita a la provincia artemiseña de haber sido seleccionada para esta
conmemoración, es el problema, hoy más acentuado que nunca, del abasto de agua
a la población, muy deficiente y con muy pocas esperanza de ser resuelto a
mediano plazo, o las incontables familias que después de ocho años de
encontrarse exigiendo una vivienda digna, tras haber sido víctimas de eventos
meteorológicos, todavía viven en condiciones infrahumanas sin que las
autoridades les den una respuesta esperanzadora a su difícil situación o
aquellas obras que quedaron inconclusas y que solo sirvieron para orquestar la
mentira dando la impresión de que se estaba trabajando en Artemisa, por cierto,
obras estas que presentan muy mala calidad producto de la brevedad conque
quisieron ejecutarlas como es el caso del canal de drenaje o la avenida 28 de
enero.
En fin son muchos
los problemas e innumerables las razones que lo provocan, pero querido lector,
si luego de conocer estos a los que he hecho referencias, no queda clara la
idea que intenté transmitir, entonces lo invito a visitar cuando tenga la
posibilidad, esta ciudad otrora Jardín de Cuba, convertida hoy solo dios sabe en
qué, víctima de la indolencia y la falta de voluntad de quienes la
desgobiernan.
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