Artemisa 8 de diciembre de
2014
Por: Gerardo Paez.
El pasado viernes 5 de
diciembre se escribió un artículo en el diario Granma, órgano oficial del
Partido Comunista de Cuba en el cual se intentaba reflejar la preocupación
existente por su autor de la presencia, cada vez más acentuada de las
indisciplinas sociales unida a una pérdida de valores que hoy sin lugar a dudas
lacera el buen funcionamiento de la sociedad cubana.
Dicho artículo se denomina ´´ Y la responsabilidad ciudadana… ¿qué?,
como se puede observar, es la manera de comportarse de las personas la que más
llamó la atención de Miguel Febles Hernández, autor del mencionado escrito, quien
alega que pequeños deslices, provocados por la ignorancia, la desidia y el
irrespeto a las más elementales normas de convivencia social son los causantes
de lo que él considera una conducta fuera de lo establecido por las más
elementales normas de convivencias.
Creo que es cierto que lo
esbozado por Miguel, es como para preocuparse y más si tenemos en cuenta que
todos nos perjudicamos con este tipo de manifestaciones de indisciplinas, el
hace referencia a aquellas personas que no reparan en arrojar basuras en
lugares públicos o que escuchan música por encima de los decibeles establecidos
por nuestras normas o la mamá que abandona el hogar materno infantil de una
manera irresponsable exponiendo la vida de su criatura, en fin como mencionaba
en su artículo Miguel Febles, aquellos que por ignorancia no son capaces de
realizar labores de limpieza en su hogar para evitar posibles focos de vectores
muy dañinos para la salud de los seres humanos, así como el cuidado de nuestras
playas y las márgenes de nuestros ríos, de todo esto habló nuestro respetable
periodista pero creo que los problemas de una sociedad no se tratan desde una
sola dimensión pues los mismos son siempre multicausales.
El referido periodista alega que siempre
aparecen una amplia gama de escusas detrás de las cuales se esconde, utilizando
sus propias palabras, una actitud irresponsable, inmadura e inconsecuente con
el comportamiento ciudadano a asumir en cada caso.
Dice nuestro periodista que
por momentos pareciera que algunos confunden libertad con libertinaje y más
adelante en su artículo, manifiesta algo que me llamó la atención y me inspiró
a responderle como lo estoy haciendo pero antes quisiera preguntarle de que
libertad él habla porque que yo conozca en Cuba estas están ausentes desde hace
55 años.
´´ se impone, por tanto
consolidar el necesario equilibrio entre el actuar institucional y el desempeño individual en pos de una convivencia,
donde el respeto, la tolerancia y la armonía constituyan la base del desarrollo
y el bienestar social´´. Alegaba Miguel en su escrito.
Es en este preciso punto en
el que yo comienzo a ripostar un tanto sus argumentos, que son ciertos pero
incompletos y parciales, ya que si las instituciones tuviesen el verdadero
interés en formar hombres de bien provistos de esos valores que José Martí
denominó la clave de la paz pública, la elevación espiritual y la grandeza
patria, entonces deseo mencionar el mal trabajo de las instituciones, que no
solo son meras figuras decorativas, sino que responden a espurios intereses sin
preocuparse verdaderamente del bienestar del pueblo ni de la tranquilidad
ciudadana.
No se concibe que exista
respeto y armonía entre ambos factores, pueblo e instituciones si esta última
miente, viola el tiempo establecido para emitir una respuesta realizada por
ciudadanos comunes y corrientes, y en el peor de los casos no analiza con toda
la profesionalidad requerida una situación determinada en la que la decisión pudiera
afectar a alguien de dicha institución.
¿De qué estoy hablando? ,
pues bien, solo mencionaré este ejemplo para que se tenga una idea de porque
las personas no creen ya en las instituciones cubanas.
Desde el pasado 1ro
de octubre de este año en Artemisa, ciudad cabecera de la Provincia de igual
nombre, se produjo la muerte de un bebé por lo que la familia del mismo
considera una negligencia de la doctora Osleidys Milagro Martínez quien tardó
media hora en aparecer cuando ya la madre de dicha criatura se encontraba de
parto, los demás elementos en aras de no cansar a nuestros queridos lectores
los omito pero son escalofriantes, el
bebé falleció por dicha demora y la familia lleva más de dos meses en espera de
una respuesta a sus reclamos realizados en la Dirección Provincial de Salud de
Artemisa.
En estos momentos se
consideran engañados por la funcionaria y directora del Programa Materno
Infantil (PAMI) Marilú Roque quien el pasado jueves por petición de miembros
del Municipio de Oposición de Artemisa, quedó en asistir a la vivienda de Virginia,
abuela de la criatura, en aras de darles la respuesta final de las indagaciones
realizadas sobres el caso del Bebé fallecido.
Todavía Virginia y su nuera
Mirurgia, madre del Bebé están esperando a Marilú Roque, quien no parece tener
intenciones de dar la cara, manchando aún más la imagen de la institución que
dice representar.
¿Se da cuenta querido
lector, porqué menciono que el periodista Miguel Febles no trató el asunto
desde una óptica general? Y quiero
además aclarar que este es solo el caso de una de las tantas instituciones
cubanas. En todas me atrevo a decir que este tipo de problemas existen porque
en la Cuba de Martí, hace ya mucho tiempo que los Derechos dejaron de existir
para la gente común, la misma con la que el Apóstol soñó echar su suerte.
Para que el pueblo cumpla,
primero tienen que cumplir sus instituciones, sino existe confianza en estas,
reinará la anarquía.
Cómo es cierto que existen
indisciplinas, también es cierto que hay muchas personas en nuestro país como
es el caso de Mirurgia y Virginia que han dado los pasos correctos esperando
una solución a alguno de sus tantos problemas y nada, entonces yo también me
hago la pregunta que se hizo Miguel Febles, pero a la inversa.
Y la responsabilidad institucional… ¿qué?
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