Santiago Alonso, pocos dias antes de fallecer, victima del sistema de | salud Cubano |
Artemisa
20 de marzo de 2016
El
Opositor Santiago Alonso Pérez falleció el pasado 16 de marzo en esta ciudad a
los 71 años de edad, luego de siete meses padeciendo en cama por una mala
intervención quirúrgica que le realizaron en el mes de agosto de 2015 en el
hospital Ciro Redondo, tras sufrir una fractura de cadera.
En
reiteradas ocasiones la Defensoría del Pueblo en Artemisa exigió a las
autoridades de salud que le brindaran atención médica en el hogar ya que
Santiago no podía valerse por sí, en ninguna ocasión fue asistido en su hogar
debidamente, a pesar de que a escasos cien metros de su casa se encuentra un
consultorio del médico de la familia.
La
Delegación del CID lo asistió en reiteradas ocasiones con medicamentos para
aliviar el enorme dolor que padeció durante estos siete meses que estuvo
encamado.
Fue
hospitalizado hace apenas un mes cuando ya la infección había invadido su
cuerpo. Sometido a varias intervenciones quirúrgicas nuevamente, su débil
estado físico no le permitió ganar esta batalla.
Santiago
Alonso fue por muchos años el Líder Opositor del Movimiento Patriótico de
Reconstrucción Nacional con sede en este municipio, organización que se
caracterizó por la distribución de propaganda escrita y otras acciones pacificas
en reclamo de la liberación de los presos políticos y el respeto de los
Derechos Humano en Cuba.
Su
labor opositora lo llevó a no poder recibir, como le correspondía, una chequera
por todos sus años acumulados como trabajador, esta siempre le fue negada a
pesar de que la Defensoría del Pueblo y Los Municipios de Oposición demandaron
a las instituciones correspondientes en reiteradas ocasiones para hacer cumplir
la ley.
Cuba
Independiente y Democrática (CID) y
la Defensoría del Pueblo en Artemisa, responsabiliza a las autoridades de salud
de este municipio por no actuar a tiempo con relación a la situación presentada
por Santiago Alonso quien desde sus inicios manifestó que la intervención
quirúrgica que le practicaron no había sido exitosa, el dolor que padecía así
lo confirmaba, tanto que le costó la vida.
Santiago
como otros tantos en Cuba, tuvo que pagar el precio de pensar diferente. Por la Defensoría del Pueblo: Maikenis Díaz
y Humberto Ortega.
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