Artemisa, 27 de Julio de
2014
Por. Maiquenis Díaz.
La policía Castrista vigilando al Líder Opositor Gerardo Paez, frente a su vivienda. |
Desde
el día 22 hasta el 26 de este mes de julio, se pudo presenciar una gran
represión por parte de la policía castrista contra opositores y pueblo en
general en la ciudad de artemisa, una muestra de ello la encontramos por el
acoso al que fue sometido el Líder Opositor Gerardo Paez alrededor de su
vivienda durante cinco días por efectivos de la policía y personas vestidos de
civiles, quienes de manera arbitraria impidieron el libre movimiento de Gerardo
por las calles de artemisa, de hacerlo, se lo dejaron bien claro, lo llevarían
hacia los calabozos por lo que prácticamente se encontraba preso en su
domicilio.
Según
las propias autoridades de artemisa, tuvieron que pedir refuerzo policial a la
capital del país para cubrir una actividad de esta envergadura, lo que se
tradujo en un riguroso control sobre la población quien se sintió minúscula
ante tanta represión.
Los
comentarios nunca faltaron, la gente dijo estar consternada con lo que se
estaba viviendo por esos días en La Villa de San Marcos, incluso los más
indefe
nsos, aquellos que dependen para su subsistencia de la caridad del
estado, esperaban como de costumbre que les enviasen algunas onzas de pollo, y
los huevos de quince centavos, lamentablemente y para sorpresa de muchos, lo
que enviaron y en estado putrefacto fue picadillo, no se sabe de qué, el que
tuvo que ser devuelto a no se sabe donde porque en esas condiciones no se lo
comen ni los Cerdos.
La Revolución se siente amenazada por eso actúa así. Foto: Mileisis Vigoa. |
Así
transcurrieron los días en Artemisa, la tierra de los Moncadista, quienes
lucharon por una Cuba mejor.
Lamentablemente sus sueños no se han hecho realidad y yo dudo mucho que
así sea, porque un pueblo sin libertad puede tenerlo todo pero no será feliz si
no se le respetan sus Derechos.
‘’Pienso
yo que no se ha avanzado mucho en un país cuando al cabo de cincuenta y cinco
años el miedo y la desconfianza, sigue imperando en el corazón y las mentes de
sus hijos’’, comentó Raúl Pizarro, un jubilado de 67 años.
´´No
hay mal que por bien no venga´´, dijo Sandro Rodríguez, vecino del reparto la
Matilde, mientras Carmen Rojas comentó que en esta manifestación de poder del
Gobierno encubren su miedo y debilidad.
Y
es cierto, un gobierno que se sabe poderoso y fuerte, no necesita demostrarlo.
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