Monday, March 21, 2016

Barack Obama, esperanza o más de lo mismo.

Marzo 21 de 2016
Por. Gerardo Páez.
Gerardo Páez.













Con aires frescos soplando en Cuba, pareciera que la visita de Obama trajo consigo la esperanza que tanto anhela nuestro pueblo.
La naturaleza le ofreció la lluvia como regalo de bienvenida mientras el pueblo generoso de Cuba lo esperaba para darle el jovial saludo que todo embajador de la esperanza merece.
Sin embargo aquí el dilema consiste en saber si realmente el Presidente de Los Estados Unidos de América está dispuesto a ir más allá de lo que podría ser una más de las tantas visitas oficiales que realiza en su ajetreada carrera presidencial. 
No sería bueno hacer conjeturas ni caer en especulaciones simplistas carentes de todo fundamento, sin correr el riesgo de ser injusto con el señor Presidente, que aún puede sorprender con algunas declaraciones más allá de lo estrictamente protocolar, declaraciones que incluyan el sentir de una gran parte de la sociedad cubana que por más de medio siglo ha tenido que soportar el ostracismo como castigo por solo sabe Dios qué pecado cometido.
Si bien es cierto que Barack Obama tiene ante sí un gran reto, todo la responsabilidad no debe recaer sobre su persona,  la tarea fundamental de protagonizar un cambio en la isla radica precisamente en sus habitantes, como él mismo señalara, hablo de habitantes y no de ciudadanos porque para merecer ese status, los cubanos deberían ejercer con responsabilidad, la cívica labor de exigir el respeto de sus más elementales Derechos, y dejar de lado el miedo como enfermedad y la simulación como su consecuencia más inmediata.
En Cuba Obama no encontrará armas de destrucción Masiva, como las que se suponían habían en Irak, no se tropezará con un pueblo poco instruido como los que abundan en varias regiones de África o no tendrá el sin sabor de continuar su viaje a la Argentina dejando detrás una estela de manifestaciones en su contra, no, aquí todo está muy bien controlado como para que su excelencia imperial se vaya a llevar esa impresión.
Lo que debería saber Obama es que en este país no existe la más mínima libertad, aquella que le permita a los cubanos protagonizar una manifestación aunque ésta, incluso vaya dirigida en su contra, o mejor aún, para solicitarle libremente, el cierre de la Base Naval de Guantánamo entre otras cosas, en Cuba se hace lo que el tirano de turno ordene, lo que Obama sí debe tener bien claro es que visita la casa del perverso que mantiene a cientos de cubanos en prisión por pensar de manera diferente, esos presos políticos que se evitó reconocer ante la osada pregunta de la prensa.
Quizás no olvide el señor Presidente que el gobierno que hoy representa fue vilipendiado durante más de cuarenta años por el mismo pueblo que hoy lo aplaude, por supuesto que lo hizo bajo la presión de quienes aún ostentan el poder.
La despersonalización a que fue sometido nuestro pueblo, lo dejó sin voz ni decisión propia, ayer denigraba a los Estados Unidos, hoy le sonríe, que más se puede esperar, de un pueblo cautivo.
Obama puede hacer mucho por Cuba, pero la mayor responsabilidad  es de todos los cubanos, de aquí y de allá.
 Sin embargo el jefe de la Casa Blanca puede llegar a constituirse en nuestra mayor desgracia si, inconscientemente, cae en las redes de los intrigantes de siempre y comienza a conspirar a nuestras espaldas, aunque en lo personal creo que su talento y sinceridad lo harían rectificar a tiempo, evitando así la frustración de millones de personas.


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