Artemisa, la Habana 13 de octubre de 2009
Por: Rolando Ramírez
Los comensales que frecuentan el restaurante Yang Set del municipio de Artemisa, quedan puestos y convidados, como se dice vulgarmente cuando alguien recibe una decepción por algo que le sucedió. Lo que sucede es que en dicho establecimiento a solo 15 metros de la sede Municipal de Gobierno, no solo es la deficiente atención que reciben los clientes las que generan quejas por parte de estos, sino que, si estando degustando en dicho lugar, sito en calle 48, esquina 27 del citado municipio, de los poco variados platos que se ofrecen te sorprende la lluvia, aquello se vuelve una odisea, pues llueve más adentro que afuera, situación que pone en apuros a los dependientes, quienes tienen que desatender a los comensales para ponerse a extraer el agua de lluvia de dicho lugar.
Esto a generado quejas por parte de no muy pocas personas, las que indignadas acudieron a ver a Alain de Jesús Salcido, Comisionado de Comercio del Gobierno de Oposición en la Villa Roja, quien acto seguido comprobó en dicho lugar las mencionadas deficiencias.
“Esto es culpa de nuestro Administrador, quien no le da la debida importancia a este problema’’ comentó una de las dependientas llamada Maribel, quien además dijo que esta es una situación que ya se la han planteado en más de una ocasión y que él no hace nada, alegando que no tiene recursos asignados para la reparación del Restaurante, y que esa es una situación que está en manos del Estado resolverla.
La calidad de este establecimiento comenzó siendo buena al inicio de su creación, pero fue perdiéndose con el paso del tiempo, haciéndose cada vez más mala y más aún cuando dicho lugar pasó a depender a la Empresa de Comercio; anteriormente pertenecía a la cadena, un organismo que se caracteriza por ofertar un mejor servicio a sus clientes.
“no existe variedad en la oferta, tienes que consumir lo que en ese momento este disponible o simplemente retirarte a otro lugar, preferiblemente particular, si deseas recibir un servicio de calidad’’, comentó Rafael Permuí, quien solía visitar con frecuencia el restaurante chino, que de chino no tiene nada, pues según su esposa, todo lo que ofertan es más bien platos criollos, y sin la calidad requerida.
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