Monday, March 10, 2014

El hombre encargado de empañar la imagen de la Oposición en Cuba.



Artemisa 10 de marzo de 2014
Partido Opositor, Acción Concertadora Democrática.
Por: Maiquenis Díaz.
Raul Velazques Valdes, el Agente de La Seguridad del Estado descubierto en Artemisa.
Cuando en 2011 se dio a conocer la delicada situación que ponía al descubierto a uno de los agentes al servicio de la dictadura castrista, que de manera infraganti fue detectado saliendo de una casa de contacto de la Seguridad del Estado en el municipio Artemisa, cabecera de la provincia de igual nombre, y en cuyo encuentro también fue avistado el Oficial de la Seguridad nombrado Felipe, uno de los más activos represores de la Oposición en este municipio, se procedió de manera inmediata a la separación de este impostor de las filas opositoras y esto, que conste, se realizó por consenso total.
Luego se rumoró que al referido Oficial Felipe lo habían bajado de su cargo, lo que se pudo corroborar cuando ambos, Oficial e informante, dejaron de verse por un tiempo aproximadamente similar, dos años. Parece que a la dirección de la Seguridad del Estado le pareció suficiente este periodo como para que se haya olvidado este incidente, obviamente estaban equivocados.
Al reaparecer en escena Raúl Velázquez Valdés (Informante) y Felipe (Oficial) casi al unisonó se ha creado gran consternación de parte de aquellos que ven con mucho dolor, como se permite con cómplice desenfado, que Raúl, nuevamente al frente de una pequeña y desprestigiada fracción del Partido treinta de Noviembre en Artemisa, celebre varias fechas luctuosas, como lo son la muerte de Orlando Zapata Tamayo y el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate como si en realidad estuviesen celebrando una gran victoria, con cervezas, caldosas y botellas de ron.
Lo que se pretende con actos de esta naturaleza es dar la imagen de una Oposición sin valores, alejada de los más elementales conceptos, y carente de la seriedad necesaria para aglutinar personas serias y comprometidas con su país.
Quienes permiten hoy a Raúl Velázquez Valdés reincorporase a cualquier organización opositora, le están tendiendo la mano al diablo en franca complicidad con la dictadura, esa misma que de manera sospechosa llevó a Payá a la muerte y no impidió a tiempo el fatal desenlace de Orlando Zapata Tamayo y que no pudo salvar a Laura Poyan Toledo ante la dolencia que la condujo a uno de los hospitales cubanos.
La inmoralidad y malas intenciones de este informante y sus seguidores, está llevando al Movimiento Opositor Cubano precisamente a donde desean sus superiores, al descredito.
Lo peor de todo esto radica en que, ante la alerta de quienes sí tienen interés manifiesto de que Cuba sea libre, muchos se rehúsan a separarlo de nuestras filas, ¡qué pena! Porque así, no vamos a ninguna parte.


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